Ahora, en este momento que no quiero cerrar los ojos por miedo a lo que pueda soñar, escribo sobre mi amigo, mi gran amigo Ricardo; una persona que con solo verla te inspiraba confianza, te robaba una sonrisa, te hacia ameno el día y que lamentablemente hoy ya no esta en este mundo por culpa de un imprudente, un estúpido que le arrancó la vida a el y a su mamá, doña Avelina.
Recuerdo el día que nos conocimos, yo llegaba a la universidad de mis vacaciones forzadas por varicela y coincidimos en un laboratorio en el que los dos participaríamos como colaboradores, poco a poco nos hicimos amigos, después socios de trabajo, compañeros de parrandas y hasta me sentí parte de tu familia. Tu mamá siempre tan linda conmigo; se preocupaba cuando estaba enfermo y siempre me daba de comer aunque le decía que ya había comido.
La última vez que convivimos fue apenas el miércoles pasado, esa fue la única vez que reíste de un chiste mío, de esos que me salen al momento(bastante malos) y con eso yo me sentí muy alagado, también recuerdo tu ultimo consejo (siempre pegado a la derecha) y aún no puedo creer que no volveremos a jugar videojuegos toda una noche, que no volveremos a irnos de farra, que no me volverás a sacar de mis casillas. Planeamos tantas cosas a futuro pero bueno, aquí todos te recordaremos con un gran cariño, eres de las mejores personas que he conocido y te agradezco tu amistad, agradezco que me hayas permitido ser parte de ti así como tu eres parte de mi y tu recuerdo siempre estará conmigo y con todos los que te quieren.
DEP. JOSÉ RICARDO
